sábado, 24 de mayo de 2008

El despertar de La Rioja

Procesaron a tres represores por el asesinato de dos sacerdotes en 1976

Están acusados de matar a los sacerdotes Carlos Murias y Rogelio Longueville. Entre ellos, figura Luciano Benjamín Menéndez.

Por Diego Martínez
/fotos/20080524/notas/na14fo01.jpg
Luciano Benjamín Menéndez está detenido en el III Cuerpo de Ejército.

Por primera vez desde la restauración democrática, hace ya un cuarto de siglo, la Justicia de La Rioja procesó con prisión preventiva a dos militares retirados y un ex policía provincial por crímenes cometidos durante la última dictadura. Se trata del general Luciano Benjamín Menéndez, ex comandante del Cuerpo III; del vicecomodoro Luis Fernando Estrella, ex segundo jefe de la Base Aérea de Chamical, y del ex comisario Domingo Benito Vera, a cargo de la seccional de esa localidad. El juez federal Daniel Herrera Piedrabuena los procesó por el secuestro y asesinato, el 18 de julio de 1976, de los sacerdotes tercermundistas Carlos de Dios Murias y Rogelio Gabriel Longueville. En la misma resolución el juez le solicitó al fiscal Darío Illánez que investigue a dos ex miembros de la Triple A que fueron vistos junto a Estrella en Chamical el día de los crímenes.

El párroco francés Longueville y su vicario Murias fueron secuestrados en la noche del 18 de julio de la parroquia El Salvador. Sus cuerpos fusilados, con los ojos vendados, aparecieron en un descampado al sur de la ciudad. Murias además tenía signos de torturas. La causa se reabrió a principios de 2007 pero comenzó a activarse hace dos meses, cuando Cristina Murias, hermana del cura, se presentó como querellante. El 19 de marzo el juez citó a los ex policías Vera y Juan Carlos “la Bruja” Romero, director de Investigaciones. Se negaron a hablar pero siguieron libres.

El 23 de abril se presentaron a declarar Estrella, de 74 años, a quien daban por muerto pero vivía en Ascochinga, Córdoba, y el ex alférez Miguel Ricardo Pessetta, profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional San Juan Bosco, de Comodoro Rivadavia, la misma que cobijaba al ex CNU Héctor Oscar Corres hasta que trascendió su pasado. Ambos se negaron a declarar pero quedaron detenidos. Luego Pessetta explicó que en esos días estaba de visita familiar en Santa Fe y entregó una fotocopia de un registro de la Base de Chamical en el cual constaría su licencia.

Vera estaba citado para declarar el miércoles a la mañana pero no se presentó. Recién lo hizo a la medianoche, asesorado por un familiar, empleado judicial. Una vez más se abstuvo de testimoniar, pero esta vez el juez Herrera Piedrabuena ordenó su detención. Vera era en 1976 oficial principal, tenía a su cargo la comisaría de Chamical y está acusado de haber realizado tareas de inteligencia previas a los secuestros. Un día después, el jueves, el magistrado lo procesó junto con Estrella y Menéndez. El juez los considera partícipes necesarios de la privación ilegítima de la libertad y el homicidio calificado por ensañamiento y alevosía de los sacerdotes, y embargó sus bienes por un millón de pesos. En la misma resolución benefició con falta de mérito a Pessetta y a la “Bruja” Romero. La medida será apelada por las abogadas de Murias, mientras continúa la investigación. El juzgado no logró dar aún con el paradero del suboficial Sergio Martínez, que supo ser vecino de Chamical. La Fuerza Aérea respondió que nadie con ese nombre integró sus filas.

En su resolución el juez solicitó al fiscal que investigue la participación de dos ex miembros de la Triple A: el célebre Aníbal Gordon, ya fallecido, y un hombre de apellido Save. Un ex espía argentino entrevistado el año pasado por Fabián Kovacic en el semanario uruguayo Brecha nombró entre los lugartenientes de Gordon a Miguel “Pepe” Save. Según un informe del periodista Enrique Lanzillotto, la pista que vincula a los paramilitares con el crimen surgió de la declaración de testigos que la mañana de los asesinatos vieron a Estrella conversar con dos desconocidos en un baño de la terminal de ómnibus de Chamical. Una de las testigos es la actual vicegobernadora María Teresa Luna, que entonces tenía 12 años. Otro es su padre, Aníbal. Con el retorno de la democracia, cuando el rostro de Gordon trascendió en publicaciones periodísticas, la joven lo reconoció como la misma persona que hablaba a las escondidas con el ultracatólico Estrella, que por disposición del juez se alojará en el Regimiento de Infantería Mecanizada 15 de La Rioja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario