domingo, 5 de octubre de 2008

“Se creen los dueños de la ciudad”

COMO VIVE LA PARTE DE GUALEGUAYCHU QUE NO SE DEDICA AL CAMPO

Los empresarios rurales organizan protestas y cortan rutas. Los demás se perjudican y mucho, en particular el importante sector que vive del turismo. Las broncas y la desconfianza en vísperas de una nueva asamblea rural.

Por Diego Martínez
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Desde Gualeguaychú

“Ellos cortan la ruta pero no pierden nada: sus peones siguen trabajando. A nosotros no nos entró un peso durante cuatro meses y aun, después del corte, la actividad no volvió al nivel de temporadas anteriores. Pero no les calienta nada, se sienten dueños de la ciudad.” La reflexión pertenece a una mujer que administra un complejo de cabañas en Gualeguaychú y que, por temor a represalias, prefiere no dar su nombre.

Empresarios y trabajadores que viven del turismo tiemblan cuando escuchan hablar de nuevos cortes. Y no son los únicos. La actividad comercial en los pagos de Alfredo De Angeli disminuye cada vez que los productores rurales bloquean la ruta 14. Hasta en las tiendas de artesanías del kilómetro 53, epicentro de las asambleas campestres, rezongan porque les arruinan el negocio y no consumen ni yerba.

A seis días del comienzo de un fin de semana largo y a dos de la asamblea que mañana decidirá si vuelven o no a cortar caminos, la sociedad de Gualeguaychú mostraba ayer al menos dos caras: unidad en el reclamo por la contaminación de la empresa finlandesa Botnia (ayer una caravana náutica recordó que se cumplieron cinco años del primer cruce del río Uruguay para reclamar contra las pasteras) y fisuras cada vez más ostensibles respecto de los reclamos de los empresarios rurales.

Página/12 sondeó opiniones a lo largo del Camino de la Costa, que bordea el río Gualeguaychú, y en los alrededores de las termas, ambos repletas de cabañas. La mayor parte de los consultados admite que el campo es el negocio principal de la región pero no ve con simpatía a De Angeli, a quien no llaman Alfredito ni “el melli” como los paisanos. Varios culpan al gobierno nacional por no desalojar las rutas y absolutamente todos coinciden en un punto: el miedo. Ninguno quiso que se publicara su nombre o el de su empresa.

“Durante casi cuatro meses no entró un peso. Las vacaciones de invierno no existieron. Pero si acá hacés una crítica o te tirás en contra del corte, te matan. Son tipos agresivos, no conciben la idea del diálogo. Si te quejás, perdés”, explica el dueño de un complejo con bonita vista al río.

“Cuando hicieron los primeros cortes pidieron tiempo e insinuaron que iban a ofrecer algún tipo de solución, pero nunca la dieron”, cuenta el administrador de un complejo de bungalows. “Mucha gente hace reservas pero después no se larga por miedo a los cortes. De hecho para el fin de semana largo tenemos apenas un cincuenta por ciento de reservas cuando lo normal es que un mes antes no haya lugar”, grafica.

El martes, invitados por la Secretaría de Turismo del municipio, los empresarios del rubro le plantearán el tema al intendente, Juan José Bahillo. Pero descuentan que los citó para hablar de otras cuestiones y no tienen mayores esperanzas. “El intendente es dialoguista, no va a los cortes, es peronista y ganó con la boleta de Cristina, pero no puede hacer nada, ya lo apretaron. Cuando la Gendarmería detuvo a De Angeli, cuando lo subieron a un camión con guantes de seda (el intendente) hizo declaraciones y le apedrearon la casa de los padres, que son personas mayores”, explican. Página/12 llamó al despacho, a la casa, al vocero y al celular de Bahillo, que jugó a la escondida y ganó.

Quien sí aceptó analizar el panorama local y dar su nombre fue Daniel Irigoyen, ex seminarista palotino, preso político entre 1974 y 1978 e intendente hasta diciembre. “Acá hay tres focos de conflicto: Botnia, el campo y un par de carpas de la Corriente Clasista y Combativa frente al municipio, en reclamo de viviendas –comenta y ceba mate–. Detrás del grueso de la gente están los mismos sectores, que se unen para sacar ventaja y sólo tienen en común la oposición al Gobierno: la CCC, la Federación Agraria y muertos políticos que utilizan los conflictos para intentar resucitar, como la UCR, el PJ disidente o Nuevo Espacio. El problema es que politizaron tanto, abusaron tanto de cada oportunidad de hacer foco de oposición en el Gobierno, que mucha gente enancada en un reclamo justo se terminó retrayendo y tomó distancia de la asamblea de Botnia.”

A diferencia de Irigoyen, que admite su identificación con la gestión K, algunos empresarios del turismo también critican al gobierno nacional. “Después de la derogación de la Resolución 125 no hicieron nada, eso hay que decirlo. Acá los productores chicos tienen muchos problemas y los tambos no sobreviven. Si tienen huevos para ningunear a los dueños del campo también deberían tenerlos para correrlos de la ruta. Los votamos pero no soportamos esa inacción”, plantean. Pero el rol protagónico lo sigue ocupando De Angeli. “La Sociedad Rural intentó convertirlo en icono de la lucha, pero acá lo conocemos. Durante doce años y hasta hace pocos meses los mellizos estuvieron a cargo de una cooperativa de agua potable. Se presentaron a reelección pero como no habían hecho nada y estaban acusados de malversación, perdieron”, relata la mujer citada al comienzo.

Aun quienes veían a De Angeli con simpatía por su actuación en la asamblea anti Botnia no ponen las manos en el fuego cuando se los consulta sobre un eventual futuro en ligas mayores del dirigente de la Federación Agraria. “Hay que ver qué hacen cuando están arriba. Ya nos pasó con la piba que fue un símbolo de la lucha contra las pasteras, Evangelina Carrozo, que parecía muy comprometida y terminó trabajando en televisión. Hay gente que abajo parece dar pelea, pero cuando suben no se sabe”, desconfía.

La temporada fuerte del turismo arranca en noviembre. Entre enero y la primera semana de marzo, todos los fines de semana, Gualeguaychú recibe miles de turistas para celebrar el Carnaval. Pero la prueba de fuego es el próximo fin de semana largo y la decisión que puede volver a amargar a los entrerrianos que sólo hablan en off se tomará mañana, en la ruta.

De la boca para afuera De Angeli pide moderación e insinúa que las bases lo desbordan. La asamblea del viernes, en cambio, mostró que a ningún gaucho se le cae una idea por fuera del libreto de Alfredito y que hasta los supuestos autoconvocados le piden permiso antes de dejar avanzar los camiones.

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