DEBATE SOBRE EL ROL DEL PERIODISMO DE INVESTIGACION
EN EL PROCESO DE MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA
Por Diego
Martínez
“El rol
más importante de los periodistas es aportar a la modificación de los estados
de conciencia y de las relaciones de fuerza, para que sean las sociedades las
que se den los instrumentos que permitan terminar con la impunidad”, explicó
Horacio Verbitsky. “Los periodistas deben recuperar su voz autónoma del poder
político, del Poder Judicial y también de los propietarios de los medios”,
propuso la prestigiosa periodista chilena Mónica González Mujica. “Tenemos que
dejar de ser googlistas y ser periodistas”, planteó el colega uruguayo Roger
Rodríguez. “Una contribución importante del periodismo en mi país es valorizar
las historias de vida, la emoción”, afirmó el brasileño Iván Marsiglia. Las
definiciones se escucharon ayer en un panel sobre “Aportes del periodismo de
investigación al proceso de memoria, verdad y justicia en la región”, en el
marco de las jornadas para corresponsales extranjeros organizadas por el
programa Memoria en Movimiento de la Secretaría de Comunicación Pública de
Presidencia de la Nación.
Verbitsky hizo un repaso por publicaciones en dictaduras y en
democracia para destacar que en el oficio “lo fundamental es la voluntad”. Como
antecedente lejano citó la investigación sobre los fusilamientos de 1956,
recordó que Rodolfo Walsh “se apuró para que no le ganaran de mano los grandes
medios y después se dio cuenta deque no competía con nadie”. Sobre la última
dictadura, recordó el rol de la Agencia de Noticias Clandestina, destacó que
sólo un 30 por ciento de la información era exclusiva, que los cables llegaban
a los diarios y que sin embargo se limitaron a reproducir las falacias
militares. “Se burlaban de la inteligencia de los lectores. Clarín o La Nación
publicaban comunicados de forma acrítica, acompañaban con editoriales apoyando
a la dictadura y se beneficiaban como socios de este Estado terrorista en la
construcción y operación de la planta de papel”, recordó. Agregó que, ya en
democracia, “medios como Humor, El Periodista o Página/12 se hicieron cargo de
una responsabilidad que no interesaba a los grandes medios”. “Los periodistas
somos emergentes de la sociedad, igual que los jueces o los organismos de
derechos humanos. No somos ni mejores ni peores, somos parte de un colectivo”,
recordó.
González Mujica, directora del Centro de Investigación
Periodística (Ciper) de Chile, recordó que durante la dictadura de Pinochet
hubo periodistas que fueron víctimas, “pero también hubo cómplices e incluso
autores de homicidios”. Diferenció dos actitudes ante al régimen. “Hubo
periodistas de medios oficiales, pero con una valentía impresionante, que
colaboraron con información para saber la verdad”, opción que implicó “dormir
con el enemigo”. La segunda consistió en “investigar noches completas” a partir
de datos aislados: una camioneta, una patente, una descripción física, y al
mismo tiempo “buscar la corrupción del dinero”. Si a partir de 1990 “toda la
historia estuvo en los tribunales fue por la labor heroica de familiares,
sobrevivientes, abogados, funcionarios de la Vicaría de la Solidaridad y
también de periodistas”, recordó.
“Hoy estamos en un momento complicado por el crimen organizado en
México, Honduras, Guatemala”, saltó al presente González Mujica. En esos países
“están hoy los esclavos de la ESMA”, comparó. “Más que nunca es necesario
juntar nuestras fuerzas –reclamó–, porque el modelo es copia exacta del de
Seguridad Nacional, para ocupar zonas y hacer prisioneros a miles de pobladores
vulnerables, acaparándoles sus tierras”. “El periodismo tiene que ganar poder,
porque hoy día puede ser también la voz de aquellos que se sienten desolados
por la falta de mística, de una fuerza que convoque a quienes creen que no hay
grietas”, concluyó.
Rodríguez recordó las dificultades para escribir sobre el gobierno
militar en Uruguay aun en democracia. Contó que enviaba sus investigaciones a Jair
Kriske, del Movimiento de Justicia y Derechos Humanos de Brasil, quien las
traducía y publicaba en el periódico Cero Hora. “Una semana después de
enviarlas, escribía ‘Cero Hora informó que...’ No me vengan con que no se puede
hacer todo”, planteó. Tras repasar las consecuencias de la impunidad, destacó
que “los medios se transformaron en cañones” y “su tenencia y control es una
batalla”.
Iván Marsiglia, editor del periódico Estado de Sao Paulo, se
refirió a las dificultades de Brasil para enfrentar su pasado, a “la
resistencia al debate” y al escaso apoyo de los medios a la formación de la
Comisión de la Verdad, que acaba de anunciar la presidenta Dilma Rousseff.
“Ninguno se manifestó abiertamente en contra, pero todo el tiempo se hizo
mención al revanchismo, al riesgo de romper el proceso de ‘reconciliación’. No
es (un discurso) fácil de quebrar”, explicó. En ese contexto destacó la
importancia de poner ante los ojos de la sociedad brasileña las historias de
vida de las víctimas, que “tocan a todos, de izquierda o derecha”.
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