No son bebés de pecho los que están en la lista de represores prófugos:
- El mayor dado de baja del Ejército Ernesto Guillermo Barreiro, alias Nabo, Rubio o Gringo, no sólo quedará en la historia como jefe de torturadores de La Perla. Su rebeldía ante la citación de la Justicia disparó el alzamiento militar de Semana Santa en 1987.
- El capitán retirado del Ejército Carlos Esteban Pla, ex subjefe de policía de San Luis durante la dictadura, fue sindicado por un testigo como autor material del asesinato de la estudiante Graciela Fiochetti, previamente secuestrada y torturada.
- El capitán retirado del Ejército Antonio Arrechea Andrade está acusado por su participación en la Masacre de Palomitas, como se conoce al fusilamiento de doce presos políticos en Salta en 1976. Hasta julio de 2003, cuando el juez federal Abel Cornejo libró orden de detención en su contra, vivió en su chacra de Andresito, Misiones. Es también ciudadano en Brasil.
- Los capitanes de navío retirados Rodolfo Poletti y Fernando Di Fonzo son los prófugos que más alto llegaron en las jerarquías de gobierno durante la dictadura. Fueron gobernador y ministro de Gobierno de Misiones, respectivamente.
- El ex capitán de fragata Jorge Vildoza, jefe de un grupo de tareas de la ESMA, donde se hacía llamar Gastón, está prófugo desde 1986, junto con su esposa Ana María Grimaldi, por la apropiación de una menor nacida en cautiverio. Con la reapertura de expedientes en 2003 el juez Sergio Torres también solicitó su detención en las causas ESMA y Walsh.
- Otros prófugos crónicos que ya en los ’80 lograron escabullirse de la Justicia son los ex policías Eduardo Angel Cruz, alias Cramer, y Pedro Santiago Godoy, alias Calculín, imputados por secuestros y torturas en los centros clandestinos Atlético, Banco y Olimpo.
- La última incorporación del plantel es Felipe Romeo, ex director de El Caudillo y vocero de la Alianza Anticomunista Argentina. El juez Norberto Oyarbide pidió su detención en diciembre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario