El ministro de Justicia, Aníbal Fernández; el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Taiana; el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti; Víctor Abramovich, miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y Gastón Chillier, director ejecutivo del CELS, se reunieron ayer en la Facultad de Derecho para presentar La aplicación de los tratados de derechos humanos en el ámbito local. La experiencia de una década, un libro editado por el organismo de derechos humanos. Fernández aseguró que el Gobierno está “compenetrado con la defensa de los derechos humanos”, pero reconoció que “Argentina pide más”. Coincidió con el resto de los panelistas en que la aplicación de los tratados internacionales en el país no se vincula sólo con los crímenes de lesa humanidad, sino también con salud, trabajo, libertad de expresión y medio ambiente, entre otros temas. Taiana señaló que la presencia de casos contra Argentina en el sistema interamericano de derechos humanos es procesado como “oportunidad” y no un problema. Lorenzetti, por su parte, aseguró que el desafío para el futuro ya no pasaba por la normativa, sino por la “efectividad en el cumplimiento de los derechos humanos”. Abramovich afirmó que la aplicación de los tratados internacionales en estos últimos años “fue más allá de lo esperado” y ponderó la creación dentro del Estado de agencias especializadas en derechos humanos, así como la mayor integración de los países de la región en la materia.
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