Página/12, 20.9.13
La organización Hijos regional Córdoba presentó ayer
una denuncia penal para que se investigue al ex diputado y ex ministro
menemista Julio César Aráoz por su vinculación con delitos de lesa
humanidad durante la dictadura. La presentación se originó en la
declaración de la madre de un desaparecido, Miguel Angel Arias. La mujer
contó que fue extorsionada por Chiche Aráoz, quien la recibió como
“íntimo amigo” del capitán Héctor Vergez, jefe de la patota del centro
clandestino La Perla. Aráoz le exigió “cinco nombres” de amigos de su
hijo, que en ese momento tenía 18 años, si pretendía volver a verlo.
También le describió, en pleno 1976, cómo había sido el secuestro de una
pareja amiga de su hijo y a quién le habían entregado al niño, datos
que coinciden con los hechos tal como se conocieron años después. “Este
personaje habría sido colaborador del Tercer Cuerpo de Ejército, en
particular del Batallón de Inteligencia 141”, explicó a Página/12 la
presidenta de Hijos regional Córdoba, Silvia Di Toffino. La denuncia fue
radicada ante el Juzgado Federal No 3, a cargo de Alejandro Sánchez
Freytes.
La declaración que vincula a Aráoz con el terrorismo de Estado no
surgió en el juicio oral por los crímenes en La Perla, sino en la causa
que se instruye en primera instancia. “Como organismo de derechos
humanos que representa a familiares de víctimas acompañamos a la mamá de
un desaparecido, Miguel Angel Arias, secuestrado en 1976”, explicó Di
Toffino. “La mujer contactó a Aráoz a partir de la relación de su cuñado
con el padre de Vergez, jefe de La Perla”, relató Claudio Orosz,
abogado de Hijos. “En esas entrevistas, que fueron varias, Aráoz admitió
que era íntimo amigo de Vergez. También le describió el secuestro del
matrimonio Soulier, amigos de Arias, que venía de la UES (Unión de
Estudiantes Secundarios), y hasta le dio detalles sobre cómo devolvieron
al hijo pequeño de esa pareja. ‘Lo devolvimos porque, si no, lo iban a
matar. Con Vergez lo llevamos a la casa de la tía’, le dijo, y así fue
en la realidad”, confirmó Orosz.La declaración de la madre de Arias sugiere que Aráoz no sólo tenía información de primera mano, sino también poder para negociar en nombre de los secuestradores que comandaba el general Luciano Menéndez. “Le dijo que si quería volver a tener noticias sobre su hijo le diera cinco nombres de amigos”, relató Orosz, y recordó también la respuesta de la mujer. “Yo hablé con mi marido, lo pensé, pensé qué hubiera hecho el Coqui (apodo de su hijo) y dije ‘nunca hubiera entregado a un amigo’. Entonces volví y le di esa respuesta”, transcribe Orosz el testimonio. La respuesta de Aráoz fue “bueno, aténgase a las consecuencias”. “La consecuencia es que Arias sigue desaparecido”, explicó el abogado.
Un dato importante de la declaración es que Aráoz recibía a los padres del desaparecido en un local de compra y venta de muebles usados, que podría estar relacionado con los negociados de la patota de La Perla con los bienes que robaban a los secuestrados. El propio gobernador José Manuel de la Sota, en alguna interna del PJ que lo enfrentó con Aráoz, ironizó sobre su pasado como “vendedor de muebles”, aunque hasta ahora no había una prueba tan directa. En el juicio oral hubo al menos tres testimonios de sobrevivientes que, durante su cautiverio, escucharon rumores del vínculo entre Aráoz y los grupos de tareas de La Perla, recordó Orosz. Hijos entregó al juzgado los fragmentos de esos testimonios, que ahora deberá analizar el juez Sánchez Freytes.
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