Por Diego Martínez
Mientras
la causa por la desaparición de activistas de Mercedes Benz Argentina (MBA)
continúa paralizada y los abogados de la automotriz dilatan con éxito el juicio
civil ante un tribunal de California, la firma que tiene en su haber catorce
delegados desaparecidos desató la ira de los cubanos de Miami al utilizar la
imagen de Ernesto Guevara para identificar a sus autos con la revolución.
"Nunca más voy a comprar un Mercedes y le estoy diciendo a mis amigos lo
mismo", se ofuscó Félix Rodríguez, un cubano contratado por la CIA para
capturar al Che en Bolivia, luego de ver el ícono de la marca en reemplazo de
la estrella roja de la boina del guerrillero. "Es vergonzoso que una
empresa que creció durante el nazi fascismo ahora utilice la imagen de un
revolucionario latinoamericano", opinó la periodista Gabriela Weber, que
investigó la complicidad de Mercedes Benz con el terrorismo de Estado e impulsa
la causa en los Estados Unidos. "Es una forma de intentar
blanquearse", de "mostrar que no son reaccionarios", sostiene
Julio D'Alessando, ex trabajador que debió exiliarse durante la dictadura y que
integra la Asociación de ex Trabajadores y Familiares de Desaparecidos de MBA.
"Varios de los delegados desaparecidos
de Mercedes Benz fueron vistos en Campo de Mayo o en centros clandestinos de
Zona Oeste", apunta Pablo Llonto, abogado del sobreviviente Héctor Ratto,
secuestrado dentro de la propia empresa. La causa está radicada desde 2002 en
el juzgado federal 2 de San Martín y no avanzó durante la década que estuvo en poder
de los jueces Martín Suárez Araujo y Juan Manuel Yalj. Desde el mes pasado está
en manos de la subrogante Alicia Vence. Los querellantes le presentaron un
escrito para recordar que siguen pendientes de respuesta los pedidos de
indagatoria para los jefes de Campo de Mayo. Las solicitudes de investigación
incluyen al directorio de MBA, en particular al ex gerente Juan Rolando
Tasselkraut, quien en presencia de Ratto entregó la dirección de un obrero que
horas después desapareció para siempre. También abarca al entonces ministro de
Trabajo, Carlos Ruckauf y al secretario general de Smata, José Rodríguez,
acusados de gestionar la "eliminación" de "elementos
subversivos".
"La causa está dormida por voluntad
política", afirmó Weber, quien volcó su investigación en el documental Milagros no hay. "Cristina
(Fernández de Kirchner) festejó el aniversario en Mercedes Benz y ni siquiera
mencionó a los obreros desaparecidos", destacó, en referencia al acto por
los 60 años de MBA en el país, el 6 de septiembre pasado, en el que la
presidenta pidió que "tengamos memoria" pero no en referencia a los
desaparecidos de la firma anfitriona sino para entender "cómo terminamos
como terminamos en 2001".
El juicio ante la Corte de Apelaciones de San
Francisco, iniciado en base a una ley que permite demandar a corporaciones
asentadas en los Estados Unidos que hayan cometido violaciones a los derechos humanos
en cualquier lugar del mundo, debía comenzar en diciembre pero se suspendió por
un recurso que presentó Mercedes Benz a último momento.
El episodio que ofuscó a los exiliados
cubanos ocurrió el martes durante una feria de consumidores en Las Vegas.
Dieter Zetsche, directivo de Mercedes Benz, apareció orondo con un afiche
gigante a sus espaldas con la imagen del Che retocada: en lugar de la cruz
roja, el símbolo de la marca alemana. Zetsche pretendió usar la presentación
para describir una nueva campaña que tituló Car Together, para exhortar a los
choferes de autos de lujo a compartir los viajes con el fin de reducir las
emisiones de gases y el congestionamiento de tránsito, informó ayer El Nuevo
Herald. "Algunos colegas piensan que compartir el coche bordea el
comunismo", bromeó. "Si ese es el caso, ¡viva la revolución!",
celebró su ocurrencia y desató la reacción de los cubanos exiliados.
"No saben quién fue el Che Guevara. Fue
un criminal", escribió Rodríguez en el sitio web de la marca. Apuntó que
tuvo tres Mercedes pero "nunca más voy a comprar otro". La
congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen escribió que "el Che era un
cobarde corrupto y sediento de sangre" y que Mercedes Benz debería
"avergonzarse". "No entiendo cómo una compañía que vende carros
de lujo pueda usar una figura de alguien que predicó la lucha de clases",
se indignó Ninoska Pérez Castellón, miembro del directorio del Consejo por la
Libertad de Cuba.
Daimler
AG, que controla Mercedes Benz, difundió el jueves un comunicado para
disculparse. "El doctor Zetsche se refirió a la revolución de la
automovilidad debido a nuevas tecnologías, en particular aquellas asociadas con
la conectividad", intentó aclarar. "Para ilustrar el punto, la
compañía brevemente empleó una foto del revolucionario Che Guevara (una de
muchas imágenes y videos en la presentación)", agregó. "Daimlier no
respalda la vida o acciones de esta figura histórica o la filosofía política
que promovía”, tomó distancia. “Nos disculpamos sinceramente con aquellos que
se sintieron ofendidos", concluyó.
"Pienso
que es una forma de intentar blanquearse", considera D'Alessando, un
trabajador que debió exiliarse en Brasil durante la dictadura. "Ellos
participaron del genocidio con gente del servicio de inteligencia del Batallón
601 y ahora presentan estas cosas como para mostrar que no son
reaccionarios", agrega. "Creo que la movida es esa, con más razón
ahora que se está haciendo un juicio en los Estados Unidos. No tiene nada que
ver con la ideología, sólo hacen negocios".
Estimado Diego,como habitual lector de los artículos publicados en Rebelión, al leer tú nota, me llamó la atención lo de censura de Pag. 12, dado que yo había leido el comentario sobre M.Benz y la imagen del Che. Honestamente no me pareció una censura a la investig. de G.Weber dado que es un simple cita a su trabajo y no el tema central de la nota. Lo expuesto no trata de ser un defensa de Pag. 12 (ni está en mi espíritu hacerla) sino un simple reflexión que pretende ser objetiva.
ResponderEliminarAtentamente Néstor Spigariol