Fue arrestado el ex fiscal chaqueño Carlos Flores Leyes
Luego de cuatro días de reflexión a escondidas, con paradero desconocido y orden de detención en su contra, el ex fiscal federal Carlos Flores Leyes se entregó a la Justicia de Resistencia el martes a primera hora. Ayer, mientras el país celebraba sus 25 años de democracia, escuchó de boca del conjuez federal José Antonio Piñero la acusación de haber participado de cinco interrogatorios bajo tortura cuando era secretario del juez federal. Sin perder la compostura hizo su descargo, negó las acusaciones, dijo que era un secretario cualunque y volvió a su celda en la alcaldía de la Policía Federal.
“La detención de Flores Leyes es un hito, no sólo por su presencia en centros de tortura, también por su rol como garante de la impunidad”, consideró Mario Bosch, abogado de H.I.J.O.S. regional Chaco y de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. “Es paradójico que comience a rendir cuentas justo un 10 de diciembre, a 25 años del retorno democrático. Por ahora se lo indaga por hechos en los que tuvo participación directa, sintomáticos de su compromiso con la dictadura, pero lo más importante fue su rol como secretario y luego como fiscal para garantizar la impunidad”, agregó.
Flores Leyes fue secretario del juzgado de Resistencia entre 1974 y 1992, cuando asumió como fiscal. Está acusado de participar de interrogatorios ilegales junto a una docena de policías de la Brigada, hoy procesados con prisión preventiva. También de encubrir crímenes de lesa humanidad como la Masacre de Margarita Belén. En diciembre pasado, la Procuración General de la Nación lo separó de su cargo y promovió un jury de enjuiciamiento. En marzo renunció como fiscal.
El jueves, el juez Piñero ordenó su detención. Las fuerzas de seguridad visitaron sus casas y la de su mujer, pero no lo encontraron. El fin de semana abogados de varios estudios jurídicos de Corrientes y Chaco fueron sondeados sobre la posibilidad de defenderlo. El martes a las 7.30 se presentó por su cuenta. Caminaba con un bastón que hasta entonces no se le conocía. Flores Leyes tiene 60 años, usa prótesis en una rodilla y sufre de hipertensión, nada que le impida vivir en una celda decente. Pidió su eximición de prisión, aún no respondida.
Ayer, acompañado por su cuñada, la abogada Susana Fasola Vitale, declaró durante tres horas. Negó haber participado en interrogatorios en la Brigada. Cuando le leyeron el testimonio de José Luis Valenzuela, que recordó la precisión de las preguntas de quien formulaba el interrogatorio en la Brigada, Flores Leyes negó ser el hombre de traje y manos grandes que golpeaba la mesa de torturas cuando una respuesta no le satisfacía. La indagatoria continuará hoy y mañana con los otros cuatro casos.
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